PALPALÁ
El Departamento Palpalá se constituye como tal en la provincia de Jujuy: el 21 de octubre de 1986, se crea el Departamento mediante la ley N°4252, separándose de Capital.
Su superficie es de 467 km2, y cuenta con 52.856 habitantes, según el censo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC, 2010).
El 26 de abril de 1593, luego de la fundación de San Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy, Francisco de Argañarazdecidiórepartirlastierras de Palpalá entre suscapitanes y empezar el Fuerte de Palpalá en el lugarqueluego se dio en llamar Alto de La Torre. Éstaesquizás la fechamásimportanteporquees el antecedentemásremoto de la existencia de Palpalácomo pueblo. Palpalánaciócomo lo quees hoy: zona de producción, para abastecer y garantizar el desarrollo de la ciudad Capital.
En 1890 arribó a Palpalá el ferrocarril, operando comoelementorevolucionario para producir un cambio social y un incipientedesarrollourbanísticoalrededor de la estaciónferroviaria.
UBICACIÓN
La ciudad de Palpalá, cabecera del Departamento, está ubicada a 13,7 km. al sureste de la ciudad de San Salvador de Jujuy a 1.686,3 km de la Capital Federal, a una altitud de 1,125 metros sobre el nivel del mar. Establecida sobre la Ruta Provincial N°1, entre los Ríos Grande y Los Alisos.
Desde el Centro Cívico de la ciudad de Palpalá, cabecera de departamento, a los distintos puntos y localidades del Departamento:
- Villa Turística Serranías del Zapla 17 Km. R P Nº 56 Km. 22, altura 450 m.s.n.m.
- Rio Blanco: 4,7 Km. RP Nº 1, altura 1.149 m.s.n.m.
- El Remate 12,4 Km. RP Nº 1
- El Pongo: 19,2 Km. RP Nº 1, altura 925 m.s.n.m.
- Los Blancos: 19 km. RP Nº 56 al Km. 13 acceso a RP Nº 20, altura 200 m.s.n.m.
- El Cucho: 33,4 Km. RP Nº 56 al Km. 13 acceso a RP Nº 20, altura 1.300m.s.n.m.
- Las Escaleras: 44 Km. RP Nº 56 al Km. 13 acceso a RP Nº 20, altura 1.500 m.s.n.m.
- Centro Forestal: 5,5 Km. RP Nº 56
- El Brete: RP Nº 56 (emplazamiento de la Escuela AgrotécnicaNº 1 – Vivero)
- Carahunco: 16,7 Km. RP Nº 56, altura 950 m.s.n.m.
HISTORIA
“Palpalá, a diferencia de otras ciudades jujeñas, no creció en torno a una plaza o un Centro Cívico – religioso, sino que el punto de referencia urbanístico, social y económico fue, por mucho tiempo, una planta siderúrgica integrada: Altos Hornos Zapla” (Bergesio, Marcolieri, 2008, p. 45).
La historia de Palpalá y su nacimiento se encuentra íntimamente ligada al descubrimiento de yacimientos de mineral de hierro en las Serranías de Zapla, el hallazgo fue el 23 de mayo de 1939.
Comenzó cuando el jujeño Wenceslao Gallardo y el italiano Ángel Canderle, cazaban en las laderas del cerro Zapla. Allí fue que Canderle, quien tenía conocimientos acerca de los minerales, reconoció en el color rojizo de la tierra la presencia de hierro. Decidieron tomar muestras de algunas piedras del lugar, con el fin de enviarlas a analizar.
En 1941, el Ministerio del ejército de la Argentina tomó conocimiento acerca de la existencia del mineral en las Serranías de Zapla, por lo que comenzó con las tareas de cateo geológico del suelo. Ese mismo año, el General Manuel Nicolás Aristóbulo Savio, redactó la ley 12.709, por la cual se creó la DGFM (Dirección General de Fabricaciones Militares), y en octubre, se le transfiere a la misma el estudio de la potencialidad del yacimiento. “Confirmada la existencia de una rica veta ferrífera, la Dirección General de Fabricaciones Militares firmó con el gobierno de Jujuy un convenio de explotación (Vergne, 1980)” (Bergesio, Marcoleri, 2008, p. 47).
En enero de 1943 se crea por decreto la unidad siderúrgica AHZ, conformada por la planta siderúrgica construida en Palpalá y los yacimientos del cerro Zapla, los cuales fueron bautizados como Mina 9 de Octubre.
El establecimiento contaba con cuatro centros de producción:
- El centro siderúrgico en Palpalá
- Los centros de extracción del mineral de hierro Mina 9 de Octubre y Mina Puesto Viejo
- Centro Forestal
- Centro de provisión de carbón vegetal para la planta.
“El centro siderúrgico poseía tres plantas básicas de producción: Altos Hornos, Acería y Laminación. Para satisfacer las necesidades de estos cuatro centros de producción, contaba con una usina termoeléctrica, planta de oxígeno, talleres de mantenimiento, planta de tratamiento del agua, laboratorio y taller de fundición. La fábrica se convirtió, así en lo que se dio en llamar una ‘planta siderúrgica integrada’” (Bergesio, Marcoleri, 2008, p. 49).
El descubrimiento del yacimiento, y la posterior construcción y puesta en marcha de la planta siderúrgica AHZ y sus centros, produjo el asentamiento en la zona de una importante ola inmigratoria que llegaba en busca de cubrir la oferta laboral existente, generando un acelerado crecimiento urbano de lo que luego se convertiría en la ciudad de Palpalá. “El descubrimiento de esta mina y la decisión de impulsar la industria siderúrgica nacional con AHZ, atraen mano de obra especializada de otras provincias y una corriente migratoria de países limítrofes, especialmente de Bolivia, que se traduce en un importante incremento de la población provincial” (Bergesio, Marcolieri, 2008, p. 46).
Resultó necesario entonces, dar viviendas y cubrir los servicios básicos de los nuevos residentes de la provincia y Palpalá. Es por ello que en los diferentes centros de producción de AHZ se construyeron complejos habitacionales para obreros, profesionales y técnicos. También se edificaron escuelas primarias y secundarias, instalaciones de asistencia médica, clubes deportivos, cines, e incluso, en el caso de la ciudad de Palpalá, un casino y una iglesia, entre otros.
La ciudad fue creciendo de manera desordenada, teniendo como punto de origen de dicho desarrollo, la planta de AHZ. A su vez, alrededor de la misma, se instalaron fábricas pequeñas, cuya producción dependía del acero. Esto aumentó aún más la oferta laboral. El progreso, fue de tal magnitud que no se daba abasto con la cantidad de viviendas. Los trabajadores de dicha entidad vivían en barrios pertenecientes a la fábrica, pero un importante segmento de la población no conseguía acceder a una casa.
La nueva sociedad pronto mostró sus diferencias entre estamentos sociales, principalmente originados por la jerarquía impuesta en el trabajo: “En Palpalá y Jujuy surgieron sectores de profesionales, obreros especializados, comerciantes y empleados públicos ligados al sector terciario, y trabajadores por cuenta propia, en su mayoría provenientes del interior de la provincia y de Bolivia” (Bergesio, Golovanesky, Marcolieri, 2005, p. 3) “En el caso de AHZ, la mano de obra especializada provenía en general de otras provincias y se instalaba en barrios pertenecientes a ‘la fábrica’.
En 1990 comenzó en Argentina una etapa de desarrollo del modelo neoliberal que ya se venía experimentando a nivel mundial. Este tuvo como una de sus principales características la privatización de las empresas públicas. AHZ no fue una excepción en este patrón. “En Palpalá, el proceso de privatización comenzó en 1991 cuando el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Defensa, anunció el llamado a licitación para privatizar ese complejo minero – forestal – siderúrgico.” (Bergesio, Marcoleri, 2008, p. 53).
La adjudicación del establecimiento a Aceros Zapla y la reducción drástica de las oportunidades laborales que ello implicó, afectaron a Palpalá fuertemente, puesto que implicó que aproximadamente 3.500 personas perdieran la fuente de ingresos. La absorción de esta mano de obra, ahora desocupada, fue sumamente difícil en una ciudad cuya actividad económica dependía casi exclusivamente de la producción de acero. “En un contexto sin demasiadas alternativas ocupacionales, esto fue un golpe devastador para la economía de Palpalá, y significó el fin de una inserción laboral estable para muchas familias en el lugar” (Bergesio, Marcolieri, Golovanesky, 2004, p. 5).
Mucho del personal profesional y técnico volvió a su lugar de origen a buscar nuevas oportunidades. El crecimiento poblacional disminuyó considerablemente, registrándose, según los análisis realizados entre los censos de 1991 – 2001 (Marcolieri, Bergesio, 2008), una desaceleración del crecimiento poblacional del departamento en comparación con el período 1980 – 1990. El mayor crecimiento se registró en la ciudad de Palpalá, mientras que, en las zonas rurales, la población se redujo casi totalmente. Tal es el caso de Mina 9 de Octubre y Centro Forestal.
Frente a esta situación, se buscaron nuevas alternativas para el desarrollo de las fuentes de trabajo: “Durante las décadas de 1980 – 1990, en la Argentina se asiste a una revalorización del papel de las microempresas, pequeñas y medianas empresas (MIPyMes) en el desarrollo económico y social, acompañada de un debate acerca de su contribución en términos de creación de empleo, introducción de innovaciones, regeneración de la base empresarial y desarrollo local”. (Bergesio, Golovanesky, Marcolieri, 2005, p. 8)